"NUESTRA MEJOR BAZA ES QUE ESE TRAMPOSO NO TENGA LA SANGRE FRÍA DE DAISY"
¿De qué va?
John Ruth custodia en una diligencia a Daisy Domergue camino de Red Rock. En el trayecto se toparán con algunos hombres que lo acompañarán hasta llegar a la mercería de Minnie, un lugar de descanso que supondrá el encuentro con otros extraños durante un par de días mientras la tormenta pasa.
Reparto
Kurt Russell es John Ruth
Samuel L. Jackson es Marquis Warren
Jennifer Jason Leigh es Daisy Domergue
Walton Goggis es Chris Mannix
Demián Bichir es Bob
Tim Roth es Oswaldo Mobray
Michael Madsen es Joe Gage
Bruce Dern es Sandy Smithers
Dirección
Quentin Tarantino (Pulp Fiction)
Impresiones
Tres años después de la primera incursión en el western con Django, Tarantino regresa al género con una cinta abultada con nada menos que casi tres horas de duración en caso de verla sin intermedios y superándola con la visual ofrecida en 70mm en cines como las grandes superproducciones épicas. Como era de esperar, el enorme elenco ofrece rostros habituales de su cine, siendo Samuel L. Jackson el legítimo protagonista de la obra y logrando de ésta manera resarcirse de su papel en Django, que era lo que sobraba de esa película al igual que los veinte minutos finales, los cuales no permitían al film ser un producto redondo. Junto a él, una diversidad de nombres de primera categoría, algunos rescatados nuevamente por Tarantino como Michael Madsen, otros primerizos en su cine como Demián Bichir y la entrada femenina de una Jennifer Jason Leigh que prácticamente se zampa a todos los demás con una facilidad pasmosa, siendo probablemente la más histriónica del compendio, la más cercana al cine que el director de Pulp Fiction nos ha ofrecido en su estilo.
Y esto es así porque The Hateful Eight (Los odiosos Ocho), el octavo film del cineasta, es el que menos aroma desprende a Tarantino. Sí, tiene momentos y su tramo final sangriento al igual que ciertas escenas son netamente de su clase, pero aún así, sorprende el tono serio que rodea la obra y ésto no es lo que muchos esperaban. Personalmente, y tratando de ser objetivo, el cine de Tarantino me gusta, cada película es diferente pero conservando unos matices que hacen referencia clara a su estilo, su cine. Sin embargo, Los odiosos ocho se aleja bastante de lo que conocemos por varias razones que cito a continuación.
El primer acto supone la presentación de personajes. Se extiende a casi una hora y veinte minutos, es decir, la mitad de la película. Esto no suele ser problema, sin embargo, por mucho diálogo que contenga, lo cual suele ser su fuerte, parece haberle pillado en horas bajas al director y no termina por enganchar en absoluto suponiendo al espectador un auténtico suplicio, sabiendo que aún quedan más de cien minutos por delante. La cosa no empieza a levantar hasta pocos minutos antes del descanso, cuando el personaje de Samuel L. Jackson revela un sórdido dato sobre el hijo del personaje de Bruce Dern. A partir de aquí comenzamos a ver a Tarantino.
Los odiosos ocho es prácticamente una obra teatral. Salvo el inicio con la escena de la diligencia, el resto ocurre en la Mercería de Minnie. Y tanto es así, que por primera vez, nos encontramos a un Tarantino con ganas de emular a Agatha Christie y sus novelas de misterio. Una vez que nos situamos con los personajes, el misterio se acentúa haciendo partícipe al espectador de "ese secreto" que tendremos que descubrir. Sin embargo, todo ésto, aunque está muy bien, sigue sin funcionar lo suficiente. Y no, no es una mala película de Tarantino, pero sí es una de las más flojas de su carrera. Abultado, grande y largo -¡cómo ha sonado eso!- no quiere decir mejor, y el creador de Malditos Bastardos -mi favorita del director- ha pecado en exceso de todo ésto, fallando a sus máximos seguidores. Eso sí, aquellos que lo han criticado siempre por "auto-copiarse" en cada trabajo, están de enhorabuena, ya que en éste caso tenemos al Tarantino menos Tarantino.
Es la primera vez que Tarantino "contrata" a un compositor para que realiza en toda su plenitud el score de un trabajo suyo. Siempre se ha movido por selecciones de diversos temas que siempre han conjugado a la perfección con sus películas, pero en ésta ocasión y sacándose una espinita clavada, ha tenido el privilegio de contar con el maestro Ennio Morricone para la composición musical. Galardonado con el globo de oro, no cabe duda que el maestro sigue en plena forma aunque a decir verdad, no es uno de sus mejores trabajos. Es cierto que el leitmotiv principal -cuatro acordes que no dejan de sonar en todo el metraje- quedan perfectamente en la película, pero fuera de eso y un tema más, hay poco que destacar en cuanto a conjunto. Personalmente, pienso que deja mucho que desear y fuera de la película no es tan buena como se presenta. Pero es un maestro y poco más puedo añadir en su contra.
En resumidas, The Hateful Eight es una cinta que gustará a unos pocos, para otros supondrá una decepción y para otros, como servidor, fan de Tarantino, me ha dejado algo indiferente. No es mala película pero esperaba mucho más de ella. Le sobra hora y media, mejores diálogos, menos presentaciones y más mala baba en sus personajes, los cuales en ésta ocasión son mucho menos viscerales que los vistos anteriormente en otros trabajos del cineasta. Ésta obra teatral quedará rápidamente en el olvido, no me cabe duda. Aunque también puedo equivocarme y con el tiempo veamos en ella algo más. ★★★★★1/2
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.