INTERNATIONAL ASSASSIN
¡Necesitamos series como esta, maldita sea! ¿Importa que las incógnitas que plantea ni se resuelvan ni se vayan a resolver? ¿Es necesario que se nos explique de una vez si el componente fantástico que sobrevuela la serie existe realmente o no? No, por supuesto que no. Lo que de verdad necesitamos es que esta serie siga manteniendo esta apuesta por encontrar la forma de sorprender al espectador una, y otra, y otra vez. El episodio de hoy merece encumbrarse a las listas de los mejor del año sin duda alguna. Todo un compendio de talento y calidad a todos los niveles capaz de moverse como pez en el agua entre el sentido del humor surreal, el absurdo más lúdico y gratificante y las toneladas de metafísica y metáfora que encierran sus propuestas.
La duda quedará marcada a fuego y, como siempre, seremos nosotros los encargados de decantarnos por la teoría que más nos satisfaga. Más de una visión es posible y ninguna será más certera que otra.
¿Estamos ante la narración de la lucha mental por sobrevivir de un Kevin hasta las cejas de la mezcla psicotrópica que lo ha llevado a las puertas de la muerte? ¿O realmente contemplamos la odisea del protagonista a lo largo y ancho de un purgatorio onírico donde los muertos campan en busca de su destino (o se rinden ante la evidencia de que han llegado al fin del camino)? Que cada cual escoja su opción. Lo importante es el torrente de ideas geniales, conceptos tan abstractos como profundamente atractivos y multitud de detalles (los pájaros, el agua, las alarmas, ...) que envuelven a una trama tan excéntrica y sorprendente como emocionante. Y toda ella regada por las notas de Verdi y su
Nabucco que harán las veces de banda sonora e hilo conductor. Al menos, hasta el final donde las emociones de Kevin con respecto a Patti por fin explotan de forma virulenta bien acompañadas por la siempre elegante y emotiva música de Max Richter.
Este episodio no puede contarse; hay que vivirlo. Un viaje iniciático a través de las fronteras de la mente (o tal vez por los límites entre la vida y la muerte) que contará con dos guías excepcionales (Virgil y la sorprendente y alocada aparición del padre de Kevin) en el que nos toparemos con imprevistos asesinos a sueldo por azar del destino, extravagantes misiones y encuentros sorprendentes con personajes desaparecidos tiempo ha. Todo en pos de que Kevin consiga librarse de las visiones de Patti y recuperar una vida normal. Al menos, dentro de lo que cabe. En el proceso, encontraremos también revelaciones imprevistas. Por una parte, se profundiza más en las características especiales del lago de Miracle, convertido en un pozo en este mundo onírico, y que conecta también con lo que se nos narró en el prólogo del primer episodio; un lugar mágico que funciona como nexo de unión entre el mundo de los vivos y el de los espíritus. Y por supuesto, la salida de emergencia de Kevin para volver a nuestra realidad.
Aunque lo que en realidad nos termina dejando con el corazón encogido es que junto al viaje del protagonista en busca de la liberación asistiremos también a un viaje al fondo del alma de Patti, consolidado como uno de los más grandes personajes que nos ha dejado la serie. Una amarga despedida de quien en el fondo es un ser inseguro, temeroso, débil. Una persona que ha sido maltratada psicológicamente toda su vida y no ha tenido las fuerzas necesarias para enfrentarse a sus miedos y a sus carencias afectivas, de emanciparse y emprender una nueva vida; una persona que en el fondo necesitaba alguien de quien depender, tanto en la vida como en la muerte. Es el momento de que por fin emprenda su viaje en solitario mientras Kevin regresa de entre los muertos ante la consternación de Michael, que se había encargado de enterrarlo bien hondo. En definitiva, esta serie se sigue confirmando como toda una fuente de consternación, imprevisibilidad y momentos asombrosos, divertidos, valientes y extravagantes. Todo un lujo para nuestros sentidos.
Cinéfago por puro placer y juntaletras ocasional. Defensor de las causas perdidas seriéfilas. Hincado de hinojos ante Hitchcock y Tarantino, entre otros muchos. Amante de la ciencia ficción, la aventura, Rick Remender, Jonathan Hickman, el helado de chocolate, Jessica Chastain y Eva Green (no necesariamente por ese orden).