El capítulo se centra en dos grandes acontecimientos principalmente. Por una parte, la presentación del nuevo villano, alguien lo suficientemente poderoso como para tener en jaque a los equipos de héroes de Central City y Star City. Por otra parte, la entrada por la puerta grande de dos nuevos héroes que engrosarán las filas de la nueva serie por venir: Hawkgirl y Hawkman.
Con respecto al villano, su puesta de largo ya muestra que es un tío que no se anda con chiquitas. Provisto de un arsenal de armas de sílex que utiliza de forma tan brutal como sangrienta y conocedor de la magia ya se antoja desde los inicios como un hueso duro de roer, como comprobaremos posteriormente.
¿Quién es esta mala bestia? Pues uno de los villanos más clásicos del Universo DC, Vandal Savage, antiguo sacerdote egipcio dotado con el poder de la inmortalidad que lleva la friolera de más de 4000 años entre nosotros y ha utilizado este tiempo para convertirse en un estudioso de las artes místicas además de dominar todas las técnicas de combate, siendo el consultor de conquistadores de la talla de Gengis Khan, Alejandro Magno o Julio César. Casi nada. ¿Pero cuál es su motivación? ¿Por qué ha llegado de tapadillo a Central City? Lo comprobará Cisco en carnes propias cuando se presenta en mitad de una cita con Kendra y trata de asesinar a la chica, a la que se refiere como Chay-Ara, sacerdotisa para más señas. ¿Comoooorrrrr? Flash salvará la situación por los pelos, aunque consciente de la limitación principal a la que se enfrentan: no tienen ni idea de magia. ¿Solución? Visitar a su colega Green Arrow, que ya está haciendo sus pinitos y enfrentándose a enemigos sobrenaturales. Bien potenciado este aspecto para forzar el crossover de forma natural.
Ya en Star City se ponen de manifiesto los grandes alicientes del show. El primero, la fusión de los dos equipos de justicieros siempre resulta de lo más divertida. Cisco montando en cólera porque han montado la
"arrowcueva" sin hacer ni puñetero caso de sus diseños, Felicity y Cisco
peleando por ser el gallo del
gallinero científico, buena interacción y mucha chispa entre todos los personajes... y sobre todo mucha acción y muy bien planificada.
El episodio funciona como un tiro y pasan muchas cosas sin un momento de respiro. Buenas peleas, momentos molones de todos los protagonistas y buena definición de los nuevos personajes, que deja con ganas de más. Empezando por mostrar que Vandal Savage va a ser una némesis muy dura de pelar cuando irrumpe en mitad del grupo de héroes buscando de nuevo a Kendra y estos lograrán salvar la situación por los pelos. Obtendremos más información sobre por qué demonios está obsesionado con la chica gracias a la aparición de Malcolm Merlyn (que sabe cosas por
mor de ser el nuevo Ra's al Ghul) y de un nuevo personaje alado que aparece para raptar a Kendra, a quien también se refiere como Chay-Ara. Flash y Green Arrow formando equipo conseguirán detener al hombre pájaro, aunque ya demuestra que es toda una bestia parda con músculos en los músculos y una porra con pinchos que quita el hipo.
Una vez resuelto el entuerto, el hombre alado esclarece aún más la situación. Se trata del arqueólogo Carter Hall, aunque en su cuerpo habita el espíritu inmortal del príncipe Khufu. Chay-Ara y Khufu fueron dos amantes del antiguo Egipto cuyo amor está destinado a durar toda la eternidad, de forma que cada vez que mueren se reencarnan en nuevos cuerpos y están destinados a reencontrarse hasta el fin de los días.
La reencarnación viene equipada con dos hándicap. El primero es que Savage también está destinado a cazarles, y cada vez que lo hace gana más y más poder, y más inmortalidad (y ya va ganando por 206 a 0). La segunda es que para manifestar su verdadera esencia (y con ella el poder de volar) debe dar un salto de fe. Tras algunas dudas, finalmente Kendra asume su naturaleza y vuela libre por primera vez.
Epic moment y dos héroes más en nómina. Bueno, y el pobre Cisco que se va a quedar compuesto y sin novia... Mientras tanto,
Green Arrow y Flash vuelven a Central City para impedir el siguiente paso de Savage: evitar que robe el Cetro de Horus, arma mágica de inmenso poder que busca para dar matarile a los Halcones. Sin embargo, comprobarán en sus propias carnes cómo se las gasta el villano, que no sólo se les adelanta sino que usa el Cetro para darles para el pelo y huir en pos de su misión. Mal lo tienen para detener a un ser de tanto poder. Pese a que la nómina heroica va en aumento Savage se ha mostrado ya como un todoterreno. Así se presenta un personaje, copón.
Por su parte, también hay algo de acción
"local" para los seguidores de la serie del velocista. Wells y Caitlin encuentran una forma para que Barry consiga aumentar su velocidad, ya que parece estancado.
Una fórmula que, al inyectarse, consigue aumentar de forma temporal los poderes de un velocista. El conejillo de indias debería ser Jay, que se niega en redondo a participar en nada en lo que esté involucrado su enemigo íntimo Harrison. Sin embargo, se verá forzado a colaborar para salvar la vida de éste cuando Patti (que no es tonta) le dispara al confundirlo con el
Wells malo. De esta forma, además de integrar aún más al científico en el equipo (y constatar que la pobre Patti va a ser la última humana viva en conocer la identidad secreta de su novio)
se hace hincapié en que Wells no se andará con medias tintas para acelerar el rescate de su hija y se deja como subargumento a recuperar en el futuro esa fórmula Velocity-6 de la que no conocemos aún todo su potencial. En definitiva, las espadas en alto para la segunda parte del crossover y un avance inesperado: Oliver se encuentra cara a cara con el hijo que se le ha ocultado a fuerza de talonario. Eso sí, habrá que ver cómo se desarrollan estos temas en su propia serie.
Por Antonio Santos