"CASI LLEGAMOS AL FINAL Y SI ABRES ESA COMPUERTA, TODOS PERDEMOS"
¿De qué va?
Cuatro astronautas seleccionados son puestos a prueba durante cuatrocientos días en una nave bajo tierra. Sin embargo, el tiempo causará estragos hasta que ocurra algo imprevisto...
Reparto
Brandon Routh es Theo
Caity Lotz es Emily
Dane Cook es Dvorak
Ben Feldman es Bug
Dirección
Matt Osterman (Phasma Ex Machina)
Impresiones
Las películas de ciencia ficción no abundan y cuando sale una, sea del presupuesto que sea, servidor va raudo a verla. El presupuesto nunca es problema para éste género pues tenemos cintas brillantes de guiones fantásticos como el caso de Moon o Coherence, por citar dos casos diferentes, aunque la segunda sea aún más barata pero sin duda tiene un nivel muy alto. 400 Days se presenta muy interesante: Cuatro astronautas realizarán una prueba final para ir al espacio. Tendrán que convivir 400 días en una base bajo tierra en lo que supone una simulación casi real de un prototipo de nave, con los respectivos problemas que puedan surgir en la navegación. Tras ésto, la cinta puede servir como un experimento sociológico donde cuatro almas tendrán que soportar la soledad, el agobio y la posible claustrofobia que pueda ocasionar semejante espacio. Para ello, cada uno cumplirá sus tareas tal y como harían en el espacio, realizando pases periódicos con la doctora para ver sus reacciones.
Sin embargo, nos encontramos con una interpretación del grupo que deja mucho que desear. En primera línea tenemos al actor Brandon Routh, quien tras su incursión como Superman en la patosa cinta de Bryan Singer, no ha logrado levantar la cabeza de un fracaso a otro. Y aquí no aspira a mucho más, de hecho es un capitán sin personalidad, sin potestad, con falta de garra para tomar decisiones. El grupo que lo acompaña no es mejor, pero al menos, las distintas personalidades de cada uno y cierta subtrama sobre la vida íntima de algunos de ellos, hace que no nos durmamos. Por suerte, a partir del minuto cuarenta, la cinta se levanta para ofrecer algo distinto, algo que no esperamos y que narrarlo supondría un spoiler muy grande, por lo tanto, os recomendamos seguir no leyendo si queréis "disfrutarla" ya que es necesario entrar en materia para seguir narrando mi impresión.
Toda su segunda mitad me parece absolutamente interesante, muy apegada a aquellos episodios de la brutal serie En los límites de la realidad. Un vuelco necesario que le concede toda nuestra atención. Sin embargo, todo ese enigma sobre lo que ha pasado, su explicación y la forma en la que sucede, aunque no es del todo mala, sigue fallando por sus actuaciones tan poco creíbles. ¿De verdad que el grupo llega tranquilamente y se sienta en la mesa del bar como si nada? Personalmente exigiría respuestas a la voz de ya y no me fiaría de nada ni nadie, sobre todo viendo como actúa esa gente. Siguen mis dudas a lo largo de la película. ¿Cómo han sobrevivido?, ¿Cómo es que viven de esa manera si cuando los protagonistas salen de allí, se supone que han pasado solo unos días después de ese caos, surgido por la destrucción lunar? Parece que los habitantes de aquella zona llevan viviendo así toda la vida...
Pero toda esa tensión que conlleva algo de terror se acrecienta con el paso de los minutos hasta que llegamos al acto final, el regreso a la nave. Y es aquí donde el director tiene la "genial" idea -reitero que he abierto comillas- de dejar abierto el final para que nosotros imaginemos qué es lo que viene justo después de ese momento en el que se cumplen los cuatrocientos días. Muchas veces, ésta hábil treta juega a favor de una película, pero no es el caso de 400 Days, ya que no solo rompe todo lo realizado sino que se le atraviesa al espectador hasta el punto de decir la frase que yo mismo pronuncié: "¿Ya está?". Sí, ¿qué tenemos que esperar? Esta jugada solo sale bien con los valientes, pero el caso de Osterman demuestra que no tenía ni idea de cómo terminar la película ya que al final, nada tiene sentido, y eso es lo que mata la película estrepitosamente tras subirnos el interés por ella para luego darnos un navajazo en toda la jeta, pero no de esos que se reciben con gusto, sino de los que duelen. En resumidas, una cinta justita, que apuntaba maneras, pero que acaba en desastre absoluto. ¿Será todo debido a la maldición Brandon Routh? ★★★★★
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.