AL SAH-HIM
Capítulo muy potente que augura un final de temporada lleno de acción y grandes momentos (aunque previsible). En este caso podemos encontrar dos partes bien diferenciadas. La parte del león se la lleva la trama más atractiva, con el proceso de transformación de Oliver en su nuevo rol dentro de la la Liga de asesinos y sus consecuencias. De forma tangencial tendremos también un poco de drama barato con las repercusiones de dicha transformación en el entorno del héroe. Por fortuna esta última subtrama, mucho menos interesante y más repleta de espacios comunes e histerismo previsible, es más secundaria sucumbiendo a la fuerza de la trama principal, por lo que tenemos un muy buen episodio en general.
Comenzamos con el proceso de entrenamiento y "reinicio" de Oliver. No más Arrow. No más Oliver Queen. La entradilla nos lo deja claro desde el comienzo: "Me llamaba Oliver Queen. Durante tres años, trabajé para salvar mi ciudad". Tres semanas sometido a sesiones intensivas de entrenamiento con Ra´s al Ghul, sometimiento físico y mental, polvos mágicos y lavado de cerebro Nanda Parbat style han acabado sometiendo a Oliver. Ya sólo responde al nombre de Al Sah-him, la flecha. O al más formal de Wareeth al Ghul, el Heredero del Demonio. Es una bestia despiadada cuyo único objetivo es el fijado por Ra's al Ghul: atrapar y devolver a Nanda Parbat a quien antes opositaba a su mismo título y huyó con la mosca detrás de la oreja. Nada menos que la mismísima hija del líder, Nyssa. De esta forma se prepara el retorno a Starling City del arquero, sólo que en esta ocasión totalmente alejado de sus protectores objetivos habituales. Esto se evidencia en un espectacular arranque en el que no duda en cargarse a Diggle a sangre fría. Evidentemente no se trata de su antiguo compañero, sino en la parte final del rito de iniciación en el que, bajo los efectos de las drujas nandaparbateñas se enfrenta a la muerte de un ser querido como prueba de fidelidad a Ra's. No está para tonterías el nuevo Oliver, no.
Mientras tanto, en Starling Laurel sigue avanzando en su entrenamiento y actividad como justiciera con la ayuda de Nyssa. Gracias a la amistad que se ha forjado entre ambas descubrimos que uno de los máximos placeres de las chicas hipster es mojar patatas fritas grasientas en batido de chocolate. Una vez repuestos del susto y de la sobredosis de carbohidratos vamos al quid de la cuestión. Nyssa estaba a la luna de Valencia con respecto a la situación de Oliver, así que en cuanto Laurel la pone en antecedentes se huele la tostada. Su experiencia en el tema de sucesiones asesinas le hace intuir que Oliver irá a por ella, así que como el mujer de armas tomar no duda en aprestarse al enfrentamiento con su contendiente. Confrontación que tras una lucha feroz se saldará con victoria del encapuchado, aunque la ayuda in-extremis de Laurel (con su renovado Grito made in Cisco) y Diggle hará a Oliver cambiar de planes. Es más fácil que te lleven a tu presa que ir por ahí de caza. Así que secuestra a Lyla y propone un intercambio. Evidentemente Diggle está superado por la situación, aunque el honor guerrero de Nyssa evitará todo debate moral. No puede permitir que un inocente muera por su causa, así que habemus intercambio. Sin embargo, el equipo Arrow llevará su propio as en la manga (más bien en el culo de Felicity), aunque ni la trampa imprevista ni inesperada ayuda de una Thea que también ha asumido identidad lanzadora de flechas (parece que tenemos la presentación en sociedad de Speedy) podrá evitar que la fiereza de la Liga se imponga y acaben llevándose a Nyssa a casa.
Está más que claro que Oliver no se ablanda ni en presencia de sus antiguos aliados, como demuestra el hecho de que la visión de Al Sah-him haya estado a punto de cumplirse y Diggle haya salvado la vida por los pelos.
El equipo está destrozado y Al Sah-him sigue tan impertérrito como un bloque de hielo. Ni siquiera le tiembla el pulso cuando llega la hora de matar a Nyssa. Aunque en el último momento Ra's detiene la estocada. Una vez demostrada su supremacía sobre su rival en el
"cargo" es hora de mostrar clemencia.
Sobre todo porque el líder tiene otros planes para su hija. Estará ligada al nuevo Ra's al Ghul sí, pero mediante el matrimonio. De esta forma su sangre continuará formando parte del legado de la Cabeza del Demonio. ¡Suenan campanas de boda en Nanda Parbat! También todas las piezas comenzarán a encajar poco a poco de cara a la recta final. El rival de Ra's en sus años mozos por conseguir el título es ahora la cabeza de la organización terrorista HIVE y quien ha estado detrás de actos como el asesinato del hermano de Diggle por parte de Deadshot. Además,
los flashbacks en Hong Kong y el presente por fin descubren también su relación. El último paso para tomar el manto del Demonio consiste en quemar hasta los cimientos los orígenes de uno. Ra's lo hizo con su pueblo natal. Su antecesor provocó la caída de Alejandría.
Ahora es el turno de Oliver, que para liberarse de su antiguo yo ha de acabar con Starling City. ¿Y cómo hacerlo? Mediante algo que Nyssa robó de Nanda Parbat y ahora ha sido recuperado. Algo que tiene toda la pinta de haber causado la muerte del hijo de Maseo: el arma biológica Alfa-Omega.
Es el momento de que Starling sufra el azote de su antiguo defensor.
Por Antonio Santos
Cinéfago por puro placer y juntaletras ocasional. Defensor de las causas perdidas seriéfilas. Hincado de hinojos ante Hitchcock y Tarantino, entre otros muchos. Amante de la ciencia ficción, la aventura, Rick Remender, Jonathan Hickman, el helado de chocolate, Jessica Chastain y Eva Green (no necesariamente por ese orden).