"SOY TODO OÍDOS"
¿De qué va?
Luc Deveraux y Andrew Scott son declarados desaparecidos en combate tras fallecer en Vietnam, sin embargo serán usados en un experimento para formar parte del escuadrón "Soldado Universal", un cuerpo especial secreto usado para casos extremos.
Reparto
Jean-Claude Van Damme es Luc Deveraux/GR 44
Dolph Lundgren es Andrew Scott/GR13
Ally Walker es Veronica Roberts
Ed O'Ross es Coronel Perry
Ralf Moeller es GR76
Dirección
Roland Emmerich (Independence Day)
Impresiones
Fue el segundo trabajo de Emmerich en suelo americano y la que sin duda abriría camino en su carrera con vistas hacia el blockbuster más comercial. No obstante, Soldado universal fue una película que en Estados Unidos fue recibida tibiamente, mientras que en Europa salió airosa. Con tal de aprovechar el tirón del éxito de Terminator 2, Emmerich realiza una cinta en la que si bien no aparecen máquinas como tal, los protagonistas actúan con una frialdad similar, obedeciendo órdenes y acribillando al objetivo indicado.
Fue una gran época para dos pesos pesados del cine de acción y la serie B. Van Damme y Lundgren juntos suponía con cocktail explosivo, sobre todo porque ambos estaban en plena forma física. Pero claro, si hablamos de una película de ciencia ficción, ¿donde dejamos el arte clásico del protagonista? Tranquilos, Van Damme volverá a lanzar patadas voladoras a mansalva y se incrementará en el tramo final, en un combate a muerte entre ambos protagonistas. El personaje de Lundgren, quien había sido sargento, tiene en su memoria el salvajismo de la guerra y se cree que vive entre comunistas. Deveraux (Van Damme), recuerda los flashback y siente la atrocidad en su piel, por lo que hará lo posible por enfrentarlo una vez que sepa que huir es imposible.
Y es que Soldado universal tiene todos los ingredientes clásicos básicos, el héroe, el villano y la chica. Sí, el guion no daba para más, aunque prefiero pensar más bien que está desaprovechado, porque se podría haber sacado oro de éste producto. Si bien recuerdo en su estreno que cuando la vi, disfruté muchísimo, un revisionado en la actualidad me hace comprobar sus enormes errores y lo básica y desaprovechada que resulta. Sin embargo, ésta película está únicamente realizada como disfrute para ver a sus protagonistas zurrándose con alevosía. No cabe duda que es una serie B con un disfraz de blockbuster, y en ese aspecto, está muy bien llevado.
Posee buenas escenas de acción, incluso en su comienzo por la presa, son ellos quienes bajan. No obstante, sus efectos especiales son de artificio, no hay mucho más donde rascar, y por eso la película está bien llevada, sabiendo lo humilde que es y no buscando ideas que eran imposibles de realizar. Recordemos que contó con un presupuesto de apenas veinte millones de dólares, que por entonces, era algo muy ajustado. Por lo tanto, siendo una cinta de los noventa, seguía teniendo un aire ochentero que se respira por cada segundo de metraje. Lo notamos en sus diálogos, su realización y su banda sonora. Christopher Franke realiza una partitura sintetizada que tira para atrás que incrementa el look ochentero pero que hace que a día de hoy no se vea como una cinta que aguante bien el paso del tiempo. No hablamos de cintas de hoy que se hacen con look ochentero, sino de una película que a día de hoy ha envejecido mal. Aun así, es una cinta a reivindicar y de la que surgieron posteriomente varias secuelas en formato casero, pero nos seguimos quedando con la primera, indudablemente. ★★★★★1/2
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.