"UN BUEN DÍA PARA MORIR"
¿De qué va?
Un grupo de gente se ve envuelta en mitad de un nuevo reality-show, donde los concursantes son aislados en un remoto paraje dominado por caníbales mutantes.
Reparto
Erica Leerhsen es Nina
Henry Rollins es Dale Murphy
Aleksa Palladino es Mara Stone
Daniella Alonso es Amber
Steve Braun es Jonesy
Dirección
Joe Lynch (Everly)
Impresiones
Destinada al mercado doméstico, Wrong Turn 2: Dead End es la primera de una larga serie de secuelas de la celebrada y terrorífica Km. 666: Desvío al infierno. Es a partir de aquí cuando la saga es rebautizada y cambia oficialmente de nombre en nuestro país, recibiendo el apelativo de Camino sangriento. Curioso resulta el hecho de que los distribuidores españoles vuelvan a hacer de las suyas con los títulos de una saga, siempre contribuyendo a la confusión del espectador en vez de orientarle de forma correcta. Digo esto porque si esta segunda parte se distribuyó en una edición sin censuras bajo el ya mentado título de Camino sangriento, la tercera entrega llegó a nuestras tierras como Camino sangriento 3, para desconcierto del potencial comprador, que evidentemente correría el riesgo de pensar en una más que probable Camino sangriento 2 previa. A partir de aquí, las posteriores secuelas han llevado su correcta numeración sucesiva. Aclarado esto, algo que considero fundamental, ¿qué tal si planteamos los pros y los contras de este suculento direct-to-DVD?
La película no puede ser más psicotrónica en sus planteamientos. En ella, el exmarine Dale Murphy es el presentador de un nuevo programa de tele-realidad llamado The Apocalypse, en el que los participantes quedan aislados en un bosque remoto, debiendo sobrevivir por sus propios medios enfrentándose a la fiera Naturaleza. Poco tiempo tardará en aparecer una nueva familia de mutantes caníbales deformes que dará buena cuenta de todos estos desprevenidos participantes al querer atiborrarse con sus cuerpos mutilados para cenar.
Camino sangriento hace, para un servidor, un claro borrón y cuenta nueva con respecto a la película original, rompiendo desde el primer momento toda posible continuidad con la misma al presentar a todo un nuevo clan de mutantes que poca relación guardan con la primera familia más allá de su deformidad y sus ansias caníbales. Esto, sinceramente, no me parece ningún inconveniente, dado que el hecho de prescindir de la obra original es algo que solemos ver en infinidad de secuelas lanzadas directamente en formato videográfico. Incluso, como es el caso, esto puede suponer ciertas posibilidades de innovación, y sin ir más lejos podríamos destacar el nuevo clan, más protagonista que el anterior, el origen del mismo, o el eje argumental anteriormente señalado. Uno de los mayores aciertos de esta secuela dirigida por Joe Lynch y rodada en apenas 25 días, es que no se toma en serio a sí misma en ningún instante. Es más, todo parece que está puesto al servicio de una brutal parodia de Km. 666, ya sea por el histrionismo de los participantes del concurso como por los ultra-violentos asesinatos. Camino sangriento es una película que está hecha para divertir y provocar cierta repugnancia sana, apoyada, claro está, en unos FX artesanales tremendamente eficaces que huyen como condenados de todo CGI. Aquí hay desmembramientos, cuchilladas, hachazos, decapitaciones, carnes desgarradas y cercenadas, cuerpos seccionados en dos, labios arrancados a mordiscos, intestinos desparramados por el asfalto, barbacoas letales… es decir, toda una parafernalia sanguinaria (haciendo honor al título de la película, claro) que eleva las dosis de gore charcutero muy por encima de lo visto en la primera película. En este sentido, esta secuela se ajusta a la norma primordial de que si vas a hacer una secuela de una cinta sangrienta de terror has de aumentar las cantidades de sangre hasta niveles industriales. Wrong Turn 2 tiene todo lo que una buena cinta de serie B ha de tener y sabe ajustarse tanto a su escaso presupuesto como a su condición de producto de explotación nacido al amparo de una producción mayor. En mi opinión, y siendo conocedor experimentado de este tipo de cine, la idea inicial al estrenar esta secuela tardía debía de ser precisamente manufacturar un producto que aprovechase el filón de la cinta de 2003 y hacer algo de caja aprovechándose del habitual y despistado cliente de videoclub. Sin embargo, la jugada les salió aún mejor al estrenar un film que se sostenía por sus propios méritos y que resultaba tremendamente divertido, salvaje y recomendable para los aficionados al cine de terror visceral.
¿Qué no es original? De acuerdo, no lo es en absoluto. Pero, por una vez, tenía que hacer la excepción con una película valorando otros puntos, ya que uno, como mero espectador, es capaz de ver que esta película tiene unas intenciones muy claras y las suficientes virtudes que la permitan destacar por encima de la cantidad tan enorme de títulos directos a DVD que no cumplen unos mínimos de calidad. Para todo ojo avispado, si Km. 666 bebía de Las colinas tienen ojos originales, esta Camino sangriento fusila sin pudor alguno los planteamientos malsanos del discutible remake de Alexandre Aja, superando con creces, eso sí, a la propia secuela de esta, El retorno de los malditos, dirigida por Martin Weisz. Y, por si esto fuese poco, el libreto co-escrito por Turi Meyer y Al Septien se permite el lujo de introducir conceptos extraídos directamente de La matanza de Texas, una golosina muy apetecible como inspiración a la hora de rodar un survival rural como este.
Si bien todo lo que he narrado sobre esta secuela son elogios, ¿qué podría considerar un contra en ella? Sencillo, y es más bien opinión personal:
No me convence absolutamente nada el origen que le han dado a los mutantes, ya que no se corresponde con lo que se nos había contado en la primera parte. Sin embargo, puesto que no se aclara en ningún instante que esta nueva familia esté relacionada con la anterior, este “pecadillo” podría pasarse por alto.
En resumen,
Camino sangriento es
una estupenda secuela a la par que un divertimento sanguinario y sin prejuicios cargado de violencia, truculencia, mutantes a montones y sexo descerebrado, que va dirigido a un tipo de público muy específico y, evidentemente, no apto para todos los paladares. Y, por si fuera poco, sale
Erica Leershen, ¿se puede pedir más?
★★★★★
Por Pablo Rodríguez
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.