"ESTE FRÍO NO ES POR EL CLIMA, ES LA MUERTE APROXIMÁNDOSE"
¿De qué va?
En un remoto pueblo de Alaska, el sol se oculta durante treinta días. En su primera noche, una jauría de vampiros aparece de la nada arrasando el pueblo. Los supervivientes tendrán que aguantar escondidos hasta la salida del sol si no quieren ser devorados brutalmente.
Reparto
Josh Hartnett es Eben Oleson
Melissa George es Stella
Danny Huston es Marlow
Ben Foster es El Extraño
Mark Boone Junior es Beau
Dirección
David Slade (Hard Candy)
Impresiones
Una de las cintas más interesantes del género vampírico de los últimos años. Basada en el aclamado cómic de Steve Niles, encontramos muchas curiosidades que hacen que ésta película sea realmente especial. Pero más curioso resulta que tras el éxito de Hard Candy y ésta, David Slade realizara posteriormente una de las entregas de la saga juvenil Crepúsculo, con vampiros muy diferentes a los ofrecidos aquí. Al menos ésta queda grabada para los amantes del género mientras que la otra es una aberración a todo lo que supone la temática vampírica.
Steve Niles realizo su trabajo como un esbozo para una película, pero los estudios lo rechazaron hasta que llegó la novela gráfica y ahí fue cuando los productores se fijaron en él. David Slade ha tenido mucho apego con respecto al original, hasta el punto que rodó la obra en el mismo sitio donde ocurre toda la tragedia, en Barrow, un lugar apartado en Alaska, donde el sol se oculta por treinta meses. El rodaje, que se realizó en seis semanas, supuso un suplicio para muchos, sobre todo para Hartnett y Huston, quienes dormían de noche para despertar de "día" y no se veía el sol, el consumo de café era masivo.
Hay que aplaudir la labor de Danny Huston, quien ejerce de lider de los suyos, con un aspecto que de seguro tendría que resultarle incómodo. Tiene en su mano un papel aterrador y se lo deben a los expertos maquilladores, artífices de El señor de los anillos. De hecho, los seguidores de Marlow (Huston) son aun más aterradores, con unos rostros muy rebuscados, deformados para parecer aun más tétricos y terroríficos. De igual modo, la fotografía de Jo Willems es realmente brillante. No es fácil conseguir algo así siendo todo de noche, pero la nieve, aun siendo artificial, conjuga a la perfección para dar ambientación junto al inmenso cielo estrellado, nublado en muchas ocasiones y jugando con el lugar. Josh Hartnett está impecable y su compañera, Melissa George a la que encuentro un parecido a Sarah Polley quien protagonizó una película de similar calibre, El amanecer de los muertos de Zack Snyder, la cual podría ir de la mano de ésta obra, está realmente bien.
Sam Raimi produce la película y se barajó la posibilidad de que la dirigiese. No se cual habría sido el resultado, pero francamente, Slade lo hace muy bien. Mantiene una ambientación tétrica, oscura, es violenta, sangrienta y cumple su cometido en todo momento. Hacen falta más películas así, que traten a los vampiros como verdaderos asesinos comehombres y no unos guaperas que ligan con cualquiera allá adonde van por la eternidad. El cómic es una maravilla y la película es una pieza muy digna, un divertimento absoluto. Ese momento en el que los supervivientes se esconden durante días en un desván, viendo a los suyos ser usados como cebos y andando entre el temporal para que el sentido de los vampiros no sea tan agudo está muy bien llevado. Así, como decía uno de los supervivientes, "vivimos aquí por una razón, porque nadie más puede". De ésta forma, la cinta se centra en una supervivencia ante algo muy superior a ellos. El final de la cinta, que no voy a destripar a nadie, puede resultar chocante, pero en el cómic ya era así y a mi gusto, es un cierre de broche. Una cinta tan desoladora como ésta debería de usarse en las exposiciones que tratan la temática sobre vampiros, que son mucho más que dos colmillos preparados para beber sangre.
La banda sonora contribuye a crear una sensación de malestar en todo momento. Por poner un ejemplo, uno de los momentos en los que el personaje de Hartnett sale a la calle y se ve con un amigo que es transformado, escuchamos una especie de rasgueo continuo que nos da bastante mal "rollo". Brian Reitzell es el artífice y aunque no destaca por melodías ni leitmotivs, sí que logra dar más impresión al film por su tenebrosidad y sus "ráfagas", ruidos y demás. En resumidas, 30 días de oscuridad es un film a tener muy en cuenta, que no puede faltar en las filmotecas del cinéfilo. Eso sí, obvien la segunda y fétida entrega, realizada sin ningún cariño y resultando una serie B muy barata sin argumento alguno. ★★★★★
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.