Durante la primera mitad de los 90´s, los salones recreativos eran no solamente un negocio lucrativo, eran un autentico punto de encuentro y auténticos drenajes del limitado poder adquisitivo de sus parroquianos a la hora de disponer de las pocas monedas que por casualidad o engaño de turno acababan en sus bolsillos. Dentro de los salones recreativos había dos grandes géneros, dejando al margen las simulaciones. Estamos hablando de los Fighting Games y los Beat`em Up, también renombrados como “de peleas” y “Uno contra el barrio” respectivamente.
Durante ese periodo de tiempo también había otra importante influencia para los mocosos que todavía no conocían la adolescencia: ¡Las Tortugas Ninja! Para quien no las conozca, se trataba de
cuatro tortugas mutantes luchadoras y justicieras, que habían irrumpido como otros antes que ellos, a modo de juguetes, series de televisión y cualquier tipo de merchandising. Con cuatro Largometrajes estrenados en la gran pantalla, los dos primeros con el apartado artístico-técnico del estudio de
Jim Henson, y a la espera de un quinto diseñado para hacer un reboot de la franquicia, no cabe duda de que fueron una sensación que todavía sigue renovando (con menos intensidad) generaciones de público.
Era solo cuestión de tiempo que, con cuatro protagonistas luchadores y en pleno apogeo de las maquinas de arcade, alguien atara cabos para germinar en un “cuatro tortugas contra el barrio”. Ese alguien fue
Konami.
Estamos hablando de la segunda licencia, tras un plataformas de acción, desde 1989 por parte de la compañía japonesa, que llegó a Recreativas y poco después fue porteada para la
NES original, siendo en ambos casos un éxito de ventas. Quizás el hecho de que
en Estados Unidos la versión casera incluyese un cupón por una pizza gratis de Pizza Hutt ayudara a más de un padre a complacer a su hijo. De hecho, es posible ver el logotipo del único restaurante que sobrevivió al apocalipsis de Demolition Man varias de las etapas del juego.
El argumento podía ser el de cualquier historieta de las tortugas, menos claro las de sus creadores originales
Eastman and Laird para
Mirage Studios. Comienza con el secuestro de la amiga típicamente humana y presumiblemente atractiva de los protagonistas, April O’Neill, por los secuaces de su mayor enemigo, Shredder. A partir de ese punto puedes seleccionar a cualquiera de los cuatro protagonistas, cuya única diferencia se limita al color de sus bandas y al arma que esgrimen, y lanzarte a pelear contra todo lo que veas en pantalla: Robots, Ninjas, Samuráis, y así hasta llegar al jefe de nivel y cambiar de escenario.
El Gameplay es de beat`em up en estado puro: además de la cruceta direccional están los botones de salto y ataque y las distintas combinaciones de los mismos. Como es de esperar
los únicos power ups son las raciones de pizza, muy raras de ver, que regeneran las barras de vida. Además de los scrolls laterales existe también una fase de carretera donde se desplazan en skate y las fases de garaje, alcantarilla, o edificio en llamas, tan al uso en aquel género.
Una de las mejores, por no decir la esencial, maneras de jugar era a multijugador.
Las versiones caseras soportaban hasta dos tortugas mientras que en las cabinas oficiales de recreativa podían jugar hasta cuatro amigos (o desconocidos) al mismo tiempo, incorporándose en cualquier momento al meter la moneda. Realmente sabían cómo sacarnos los cuartos. El nivel de dificultad era bastante apretado, más que nada por la dificultad de aguantar con la barra de vida con los pocos ítems in game y que habría que eliminar 200 enemigos para poder conseguir un intento extra. Eso sí, para los más espabilados, la inclusión del código Konami en la versión de NES suponía derretir el desafío como la mantequilla, aportando selección de pantalla y un número más que razonable de vidas extra.
Los personajes a controlar presentan pequeñas diferencias en la versión de recreativa y prácticamente ninguna en las caseras. Sin embargo los seguidores de la serie sabían perfectamente encontrar la suya: Leonardo, que comandaba al cuarteto; Donatello, devoto de las ciencias; Raphael hacia las veces de tipo duro y Michaelangelo aportaba la nota desenfadada.
Cabe destacar que además,
las versiones de la NES incluían dos niveles exclusivos con sus respectivos Bosses incluyendo uno extraído directamente de la segunda película y varios escenarios originales habían sido expandidos para la ocasión. Eso sí, el nivel gráfico corría en una liga inferior, aunque realmente usaba muy bien las características de la máquina de
Nintendo.
Posteriormente tuvo varias continuaciones,
TMNT Manhattan Project en la
NES y
TMNT Turtles in time abriendo catalogo para
SuperNintendo y que a día de hoy sigue siendo el titulo con mejores resultados económicos para
Konami. Además La
Mega drive también contó con su propia secuela exclusiva. En 2007 se volvió a editar para
Xbox Live Arcade para la
Xbox haciendo un port de la recreativa de 1989 y pudo encontrarse poco antes también como material extra en TMNT Battle Nexus 2 para PlayStation 2, GameCube y la Xbox original.
El Monstruo Final
Shredder, el enemigo mortal de las tortugas ninja y eterno rival del mentor de las mismas. No podía ser otro. El escenario es el interior del tecnodromo, una súper estructura móvil armada con la tecnología más mortífera proveniente de otra dimensión. Este aparecía después de derrotar a Krang, un cerebro alienígena a los mandos de una suerte de cyborg ortopédico. Entre las cualidades de Shredder estaba
la multiplicación de cuerpo, a lo Naruto o Tien Shin Han y que de cuando en vez disparaba un rayo que literalmente quitaba una vida entera, del tirón. Y el rayo se subdividía en tres, por cierto. Bueno además tenía una espada pero con ese rayo mortífero, como si tuviera una flor.
Lo Bueno: El modo multijugador era un autentico festival de mamporros y si existía la posibilidad de jugar con cuatro personas en la recreativa original, la cual se solía reciclar de otros arcades como Xmen o The Simpsons, ya estábamos hablando de palabras mayores.
Lo Feo: ¡Shredder era un final Boss Ridículo! Si ya de por si cruzarse el abanico de niveles entero era una sincronía entre administración de técnica y estirar las vidas del personaje, este tipo destruía cualquier avance posible con tres rayitos consecutivos. Además, sus multiplicaciones siempre superaban en uno al número de tortugas en juego. Una autentica locura.
Lo Malo: Si bien el juego brilla en el apartado de multijugador, emprender la aventura en solitario era más que un desafío un ejercicio masoquista. Mismo numero de enemigos, misma dificultad y menos esperanzas de acabar el juego que con la maquina desenchufada.
Por El Monstruo de la Última Pantalla
Plataformas y Años: 1989 – 1991 Recreativa, NES, un año más tarde también para ZX Spectrum, Amiga, Amstrad CPC, Atari ST, PC y Commodore 64. 2007 Xbox Live arcade
Editor: Konami, Ubisoft (2007)
Estudio: Konami
Género: Beat´em Up de scroll Lateral en 2D
Duración: Una hora y media a 4 jugadores simultáneos en su versión Arcade con muchas monedas y si Shredder lo permite.