Este episodio llamado
The Climb tiene como punto de inicio y final la escalada del muro por parte de Jon Nieve, Ygritte y los suyos. Podríamos catalogar a éste capítulo como el de las confesiones. En primer lugar Ygritte le dice a Jon que sabe perfectamente que él no ha dejado a los cuervos, sin embargo, siendo carne para unos u otros, ella es ahora su mujer y no dirá nada si le da su lealtad.
La siguiente confesión ocurre tras la llegada de Melisandre quien busca a Gendry, sangre directa de Baratheon para llevárselo Allí descubre al hombre que ha resucitado en seis ocasiones y a su "sacerdote". Queda sorprendida ante ellos y ante la explicación narrada de como consiguieron ese poder llegado desde la luz. Tras esto, Arya Star, enrabietada por llevarse a su amigo tiene unas palabras con Melisadre a la que tacha de bruja. Ésta la mira y le cuenta que próximamente volverán a verse las caras.
Por otra parte, Tywin Lannister y Lady Olena conversan para cerrar lazos y así unir en matrimonio a Loras con Cersei. La discusión entre ambos es de altos vuelos y no tiene precio, sin embargo, Olena no se deja manipular por las palabras del abuelo Lannister aunque no tenga muchas puertas abiertas. De la misma forma, Jaime Lannister está apunto de cerrar su "negocio" para volver a Desembarco del Rey, aunque no estará Brienne con él. Todo se andará...
Y volvemos con Theon, quien está sufriendo y sin saber donde está. Su verdugo juega con el y lo tortura, provocándole en el dedo meñique un escabroso daño que nos cuesta mirar. Nos empieza a dar rabia su situación, aunque probablemente no nos desvelen nada hasta la próxima temporada. O quizás si... Los guionistas están dando algunas vueltas de hoja bastante curiosas.
Y para finalizar, llega el momento en el que Meñique confiesa a Varys la frustración de su plan, y de como ha utilizado a Ros, dejándola a merced de Joffrey su ballesta. El cierre, una maravillosa estampa de lo que hay tras el muro con un paisaje mas cálido y verdoso, alejado de las nieves que separan un mundo de otro.
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.