Tras 18 episodios,
Freaks and Geeks fue cancelada, sin oportunidad de regreso para una segunda temporada. No muchas personas lloraron la pérdida porque, de hecho, pocos la vieron cuando se estrenó. Pero como con algunas de las mejores películas de culto, la serie de instituto de
Paul Feig y
Judd Apatow acabó convirtiéndose en todo un clásico que ha alcanzado su merecido puesto.
El primer hecho sorprendente que envuelve a
Freaks and Geeks se vislumbra durante los primeros segundos del Piloto, momento en el que un rótulo indica la época en que se desarrolla la serie: 1980. Sorprende si se reflexiona sobre ello en retrospectiva, una vez ya hemos entrado en el mundo que nos propone
Feig y
Apatow; pues el instituto que aquí se ilustra no difiere en absoluto del que alguien nacido en los 80, los 90 o incluso esta última década haya podido experimentar. Las únicas diferencias visibles están en las referencias que los propios personajes hacen:
Led Zeppelin, la música disco,
Bill Murray, Steve Martin…; conversaciones que persisten en cada generación, cambiando el nombre de los iconos.
No son pocas las piezas de
Freaks and Geeks que se revalorizan conforme avanza. Desde el mismo comienzo es una serie divertida, con un buen guion, unos personajes atractivos y un equilibrio perfecto entre el drama y la comedia; pero
es la destrucción de los propios prejuicios que se forma el espectador lo que convierte su desarrollo en modélico.
Es fácil reconocer elementos del instituto como el bullying o las pandillas, elementos que suenan a cliché, pero con los que cualquiera se ve identificado.
Freaks and Geeks los recoge todos, los expone durante una buena parte de sus capítulos y los profundiza en el resto. ¿Esa matona que no deja vivir a la protagonista? Acabarás entendiendo por qué es así. La valentía de la serie se encuentra en lanzarte primero ese tópico, que te lo tragues muy fuerte porque se trata con mucho realismo, y más tarde te haga comprenderlo o incluso desmontarlo. Exactamente por esa razón duele tantísimo que fuese cancelada tras una sola temporada.
La capacidad que sus creadores demostraron al hacer evolucionar a los personajes, divididos en un grupo de freaks, que vendrían a ser los matones y pasotas del instituto, y un grupo de geeks, o frikis, auguraba un desarrollo a largo plazo aún mejor. Pese a ello, la serie termina con un buen sabor de boca, con la sensación de que el viaje personal de cada uno de los personajes ha merecido la pena.
Freaks and Geeks habla de eso: los grupos sociales, los recelos ante los demás y, en definitiva, la búsqueda de la identidad, en un período vital tan conflictivo como el instituto. Para tratar todos estos temas, desde un tono de dramedia,
Apatow se hace con un reparto bastante joven que más tarde podríamos encontrar en cualquier lugar:
Linda Cardellini (Scooby Doo), James Francis Daley (Bones), James Franco (127 horas), Jason Segel (Cómo conocí a vuestra madre), Seth Rogen (Lío embarazoso), Busy Philipps (Cougar Town), Samm Levine (Malditos bastardos), Martin Starr (Supersalidos); o cameos de caras que aún no eran demasiado conocidas como
Rashida Jones, Jason Schwartzman, Lizzy Caplan, Ben Stiller y
Shia LaBeouf.
Un año más tarde, llegaría una secuela espiritual:
Undeclared. Judd Apatow intentó recuperar los mismos personajes con los mismos actores llevándolos esta vez a la universidad, pero finalmente no fue posible. Eso sí,
Seth Rogen y
Jason Segel se volvieron a colar entre el reparto. Con capítulos de solo 20 minutos, es una sitcom mucho más clásica que
Freaks and Geeks, de la que probablemente hablaremos en CyB algún día.
Calificación:
9/10
Por Jesús Márquez
Freaks and Geeks
(1999-2000) Temporadas totales: 1
Duración de los capítulos: 44 minutos
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.