Éste cuarto episodio parece el final de la temporada, y tan solo acabamos de empezar. El nivel es tan sumamente alto de calidad de diálogos como de sorpresas, que no damos a basto.
No hacer un spoiler es prácticamente imposible, ya que ocurren tantas cosas importantes que resulta difícil Empezando por lo ocurrido con los cuervos, donde el hambre y el cansancio acaban haciendo mella en la guardia y así terminen luchando los unos con los otros, a pasar por el manejo de la situación de Margaery, la cual parece que lleva a su antojo de un sitio a otro a Joffrey, cosa que le molesta mucho a Cersei. Seguidamente, el "desenlace" de la huída de Theon, la cual nos deja un poco rascándonos la cabeza en forma de interrogante hasta llegar a la cumbre en Astapor, donde Daenerys, nuevamente, brilla de una forma espectacular haciendo uso de su sabiduría dejando embobados a sus consejeros y mostrando que su lengua materna era el Valyrio.
Como siempre, los guionistas brillan con
Juego de Tronos al mostrarnos una historia enlazando con otra de forma que no lleguemos a aburrirnos, enloquecer o tirarnos de los pelos (el que tenga). Volveremos con Jaime, ya sin mano, siendo capaz de plantar cara con la izquierda. Si antes nos empezaba a caer bien, ahora nos compadecemos de él y se muestra afable con Brienne cuando enmudece al no decir porqué la salvó.
En resumidas, un nivel el que está consiguiendo ésta tercera temporada que va en ascenso. Los fans se estarán mordiendo las uñas, y los demás, estamos deseosos de que llegue el Domingo para deleitarnos con el quinto episodio
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.