"DICE QUE LA IMITACIÓN ES EL CUMPLIDO MÁS SINCERO. PERO ME PARECE DE MAL GUSTO QUE ME DEN CRÉDITO POR ALGO QUE NO ES MÍO"
¿De qué va?
El Detective Hoffman es la última persona viva para heredar el legado de Jigsaw. Pero cuando su secreto se ve amenazado, Hoffman debe iniciar la caza para eliminar todos los cabos sueltos.
Reparto
Costas Mandylor es Mark Hoffman
Tobin Bell es John Kramer/Puzzle
Scott Patterson es Strahm
Betsy Russell es Jill
Dirección
David Hackl (Into the Grizzly Maze)
Impresiones
Quizás sea esta la entrega que más veces haya tenido que revisitar para pillarle el punto y, sin embargo, me parece que está muy por encima de la tercera. Estrenada justo un año después de la cuarta, como reza la tradición, Saw V ofrece alguna que otra novedad en cuanto a argumento y estructura como para que hacer la reseña valga la pena. Esta nueva entrega de la saga fue dirigida por el diseñador de producción de las tres anteriores, David Hackl, sin que eso suponga cambio alguno en el acabado visual de la película.
Como vemos en la sinopsis, este quinto capítulo ofrece una historia muchísimo más sencilla y lineal que la enrevesada cuarta parte. Saw V es un capítulo intermedio en este segundo ciclo de la franquicia iniciado con Saw IV. Mantiene los mismos planteamientos que su antecesora en el sentido de que funciona como una auténtica precuela de la trilogía original resultando, si cabe, mucho más explicativa. Sin embargo, y he aquí la relativa novedad, en Saw V podemos discernir tres partes bien diferenciadas que se van intercalando con bastante pericia a lo largo del metraje. En primer lugar, Melton y Dunstan se dedican a explicar con detalle todo lo que no quedase resuelto en las entregas previas, haciendo hincapié en la relación entre Puzzle y Hoffman y cómo este último ofreció su ayuda para llevar a cabo las diferentes trampas.
En segundo lugar, asistimos a la puesta en marcha de toda la maquinaria que Hoffman emplea para borrar su rastro y cómo el Agente Strahm, recién salido del hospital, está dispuesto a darle caza totalmente convencido de su implicación directa en los asesinatos. Eso sí, el método deductivo del gente en ocasiones roza la tomadura de pelo. Y en tercer lugar, recuperamos la tónica de los juegos en grupo, como no veíamos desde Saw II, presentando a un grupo nuevo de víctimas con algo en común y bastantes secretos sucios que ocultar. Esta vez, eso sí, la resolución del juego es mucho más optimista. Ah, y entre los participantes se encuentra Julie Benz (Dexter, Punisher: War Zone) que, a mi entender, es una actriz bastante justita.
Por supuesto, en cada entrega de Saw hay una “secuencia estrella” y para mí la más llamativa es la que abre la película: la secuencia del péndulo. Además de ser una verdadera bestialidad y hacer que uno se retuerza de dolor en su asiento como si estuviese dentro de la película, está rodada de manera magistral, con una frialdad que pone los pelos de punta. Un inicio sucio y mugriento para una película que, pese a su violencia, resulta menos desesperanzadora que las anteriores.
Me resulta curioso, eso sí, la frase promocional de la película, mantenida en la carátula de la edición en DVD, “Ni te puedes imaginar cómo acaba…” ya que, acabar como tal, Saw V no acaba, sino que deja toda la trama central sin cerrar a pesar de haber resuelto algunas dudas e incógnitas que permanecían sin resolver de entregas anteriores. Incluso se abren otras nuevas. ¿Qué habrá en la caja que le deja John a Jill en su testamento?
Si bien, insisto, Saw V me parece superior a la tercera entrega, la saga ya empieza a dejar entrever síntomas de agotamiento a pesar de mantener el nivel con suficiencia.
Un apunte final: Desaconsejo ver esta película a todos aquellos que se nieguen a asumir los parámetros marcados por la franquicia y a todos aquellos que no hayan visto las anteriores o se hayan saltado alguna. Directamente, no van a entender nada. ★★★★★
Por Pablo Rodríguez
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.