"NO TIENES DE QUÉ PREOCUPARTE, SOY TU FAN NÚMERO UNO"
¿De qué va?
El escritor Paul Sheldon acaba de escribir la última novela de su saga literaria, Misery. Sin embargo, en plena nevada tiene un accidente con el coche. Menos mal que de cerca lo seguía Annie Wilkes, quien lo rescata y lo cura en su casa. Una vez consciente, Sheldon se da cuenta que está siendo sanado por su fan número uno...
Reparto
James Caan es Paul Sheldon
Kathy Bates es Annie Wilkes
Lauren Bacall es Marcia Sindell
Dirección
Rob Reiner (Algunos hombres buenos)
Impresiones
El cine de terror se desvirtúa hoy, pero para recordar su esencia solo tenemos que echar un vistazo atrás, cuando a principios de los noventa llegó Misery, una cinta en la que no hacía falta ningún efecto ni una cantidad innecesaria de litros de sangre. Bastaba con la magistral interpretación de dos actores en una casa. La novela de Stephen King llegó en un momento apropiado. Según el autor, Misery fue una de las excusas para escenificar el continuo acoso que recibía por parte de sus fans.
Uno de los mayores valores de la obra lo encontramos en el definido guión de William Goldman, un hombre que guionizó películas tan importantes como Marathon Man o Todos los hombres del presidente. El director, Rob Reiner, un hombre capaz de adaptarse y manejar distintos géneros con éxito como demostró en La Princesa Prometida o Algunos hombres buenos. Misery estaba entre ellas y causó impacto al observar que Reiner era capaz de sembrar auténtico pavor en situaciones poco usuales. Para ello se echó manos de un portento como James Caan para interpretar al sufrido escritor, un papel en el que el espectador fácilmente se siente identificado al sentirse cohibido por una psicópata. Para el papel contrario, el de Annie Wilkes, se usó a Kathy Bates, una actriz que había hecho anteriormente alguna película sin despegar pero que fue con Misery donde todos la conocimos de por vida y fue inmortalizada como la mujer del mazo. Su papel le valió un oscar y no es para menos, pues tanto ella como Caan están perfectos, sin hacerse sombra el uno al otro. Probablemente, la que menos pinte en la historia es la mítica Lauren Bacall pues su aporte es casi anecdótico y prácticamente innecesario.

Como dijimos al principio, una cinta a la que no le hace falta nada para deslumbrar, tan solo dos grandes actores en un recinto muy pequeño. Él, enclaustrado en una cama al servicio de una loca que se enfurece al enterarse que han matado a la protagonista de su saga favorita novelera, Misery. Y un nuevo caso que muestra la tendencia de Stephen King por los nombres de mujeres como ya mostraba en Carrie, Christine, Dolores Claiborne o Lisey entre otras. Volviendo al film, todos tenemos en nuestras retinas grabado el momento en el que ella con el gigantesco mazo le rompe los tobillos a Paul con tal de que no se mueva y siga a su merced. Y sobra decir que las escenas en las que el pulula por la casa en silla de ruedas en los momentos de ausencia de la "fan", son del todo estresantes por la emoción y el suspense que embarga en conjunto.
En todo momento siempre hay un halo de agobio que va perfectamente acompañado con la actitud de Annie y con la banda sonora de
Marc Shaiman, quien al igual que muchas cintas de terror de finales de los ochenta y comienzos de los noventa, la presencia del piano cobraba importancia. No obstante, su trabajo es memorable en todo momento ya que la tensión acude en su momento oportuno y cuando es necesaria la orquesta para ofrecer una melodía mas emblemática, también. Podemos disfrutar de ella en
la suite preparada como resumen que nos ejemplifica su magnitud y la fuerza para éste film genialmente interpretado y bien llevado de manos de su guionista y director. Una cinta considerada como
un clásico del suspense, con todas sus letras. Una de esas que hay que ver al menos una vez en la vida, donde como muchos dicen, llega a superar a las letras del libro para dejarnos con la boca abierta al ver en pantalla a Kathy Bates como la fan número uno.
★★★★★
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.