Otro buen episodio el de esta semana que cuenta con dos alicientes extra al habitual componente de diversión desprejuiciada de la serie. Por una parte, tenemos como co-protagonistas a los hermanos Snart. Golden Glider y el capitán frío han vuelto a Central City, aunque con un rol diferente al acostumbrado. Por otra parte contamos con la siempre estimulante presencia del gran Michael Ironside como villanísimo del capítulo y no podemos sino rendirnos a sus pies.
La cafetería donde todo el mundo se encuentra tiene un visitante inesperado: Lisa Snart. Sin embargo, su objetivo no es regodearse de los héroes sino pedirles ayuda.
Su química con Cisco posibilitará que el equipo la tome en serio en un asunto sobre el que normalmente no se involucrarían. Presuntamente, tras un atraco frustrado alguien la dejó inconsciente y secuestró a su hermano. Una historia algo difícil de creer (sobre todo porque el habitual Ola de calor ha hecho mutis por el foro. Debe ser que no había presupuesto) aunque una conversación entre Barry y Snart mostrará a las claras que algo huele a podrido con su enemigo.
No sólo se libra por los pelos de ser congelado gracias a un ingenioso gadget de Cisco sino que además conoce por las malas a papá Snart, un tío duro de pocos principios, muy malas pulgas y métodos expeditivos. ¿Padre e hijo colaborando? Extraño, sobre todo cuando Lisa confiesa que siempre han tenido una relación bastante tormentosa con su progenitor y lo último que haría Leonard sería ayudarle. A no ser que haya algún motivo oculto... lo que sale a la luz cuando el técnico de su equipo criminal le falta al respeto, lo que ocasiona que el peligroso patriarca de la familia le vuele la cabeza con una bomba que le había inyectado. Sin duda, una referencia a uno de los míticos trabajos del gran Ironside, la clasica
Scanners de David Cronenberg.
De esta forma, las piezas comienzan a encajar. Lewis tiene a su hijo cogido por su único punto débil: su hermana.
La pobre Lisa tiene una de esas bombas en su cráneo para asegurar la colaboración de Leonard en el atraco que su padre está planeando, el robo de unos carísimos diamantes custodiados por unas medidas de seguridad de primera división. Así pues, el equipo actuará en paralelo. Mientras Cisco analiza el componente explosivo inyectado a Lisa para fabricar un dispositivo extractor Barry se infiltra en su identidad civil (y friki) en el equipo de Snart como nuevo técnico.
Una de las mejores características de esta serie es su facilidad para reinventarse, así que tendremos un gran escena de infiltración y robo llena de buenos momentos, como la traición de Lewis una vez su técnico ha hecho su trabajo o la confrontación final a tres entre Flash, Frío y Lewis. Un
equilibrio mexicano que se resuelve cuando Cisco consigue liberar a Lisa del explosivo, momento en el que Snart se venga de su padre congelando su corazón.
Da gusto que la personalidad de un villano tan ambiguo como Frío esté tan bien reflejada en la serie. Pese a que no le duelen prendas en proseguir su actividad criminal, en el fondo tiene unos principios, un respeto por su rival y la capacidad de hacer lo que es correcto. Aunque el asesinato de su padre le hace dar con sus huesos en la cárcel, es indudable que se ha ganado la confianza de Barry y pronto le veremos formando equipo con las
Leyendas del mañana.
En paralelo, Caitlin poco a poco le va cogiendo cariño a Jay Garrick y le ayudará a superar el
mono que siente al haber perdido sus poderes haciéndole ver la importancia de su conocimiento científico, que volcará en estabilizar la fisura espacio-temporal localizada en Star Labs para intentar regresar a Tierra-2 y continuar su batalla contra el peligroso Zoom.
Una vez conseguido estabilizar el portal, establecerá sin embargo a un pacto de caballeros con sus nuevos aliados. Seguirá apoyándoles y enseñando nuevos trucos a Barry a cambio de su ayuda para derrotar a Zoom, que es demasiado poderoso como para enfrentarse a él en solitario. Por otra parte, Joe tendrá que lidiar con la inesperada presencia de su esposa (a quien Iris cree muerta); entre Barry y Patty comienzan a saltar chispas; y Cisco se despide de nuevo de Lisa Snart demostrando que los polos opuestos se atraen irremediablemente. Sin embargo, la pura dinamita llega con el final del episodio, dejándonos los habituales cliffhanger de altura.
Inesperadamente el profesor Stein sufre una nueva crisis, aunque en esta ocasión llega a experimentar un trance en el que se convierte en una especie de Firestorm, aunque con energía azul. Misterioso... Para rematar el episodio por todo lo alto, en la soledad de la noche alguien sale de la fisura recién estabilizada: ni más ni menos que Harrison Wells. ¡La cosa promete emociones fuertes!
Por Antonio Santos