Entrée es el título de éste episodio que nos retrae al verdadero universo de Hannibal, recordándonos claramente a las sesiones de Clarice y el doctor en
El Silencio de los Corderos. Aquí Will Graham y Alana Bloom visitan a un psicópata que sigue los cánones de un destripador, con la salvedad de que éste actúa cuando las víctimas están muertas y el original lo hacía mientras estaban vivas. La recreación del lugar, las celdas acristaladas y las conversaciones nos llevan a la cinta de
Jonatham Demme de 1991.
Sin embargo, se entremezcla una situación que parece dada a la luz (y forzada para el espectador) donde Jack Crawford recuerda a su joven aprendiz que perdió la vida investigando el mismo caso hace años. Alguien lo amenaza llamándolo por teléfono y poniéndole una grabación de la chica. La tortura lo lleva incluso a su propia casa. Ésto hace que la conexión entre el psicópata que está en el centro recluido sea muy pobre con respecto a lo que está ocurriendo ahora.
Sin embargo, a pesar del potable montaje, el episodio pierde toda su fuerza cuando tratan de hacernos sorprender fallidamente. Sabemos de sobra que todo es un plan urdido por el propio Lecter, de ahí que la necesidad de esos flashaback resulte tan incómoda. De hecho, desde el primer episodio hasta éste, todo sigue siendo igual, una búsqueda del asesino mientras está en las sombras, trabajando con ellos. Por lo tanto, la energía y lo positivo de ésto es tan solo el ver las reacciones de Lecter. Pero, ¿cuando actuará? ¿Cuando se dejará alguna pista, algún error? Si no lo hace ya, la serie va a entrar en bucle de aburrimiento basada en nuevos casos escabrosos. Por ahora, muy aburrido el tema....
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.