Inauguramos nueva sección en referente a los mejores conciertos de la historia, famosos o no. Y que mejor que empezar con uno de los históricos y monumentales como fue el
Aloha From Hawaii de
Elvis Presley, el primer concierto que se lanzó vía satélite y que pudo ver mas de un billón de personas. Ahí queda la cosa.
Un concierto que funcionó como benéfico contra el cáncer, en especial para la fundación Kui Lee. Resultó mítico por varias razones. Una porque estaba en el auge del regreso de Elvis, dos, por la elección del setlist que compartía diversas etapas del cantante y algunas versiones del momento y tres su vestimenta. Sí, fue la primera vez en la que Elvis se engalanó de esa forma, vestido de blanco con perlas de colores formando un águila en su espalda a la que se le sumaría una capa en su último tema. A raíz de ahí, muchos no dejarían de ver al personaje de Memphis de otra forma que con su traje blanco.
Pero Elvis sabía que tras su regreso en el 68, al cambiar de estilo musical (recordemos que pasó del rocknroll y el blues al gospel) también lo haría en sus vestimentas y por eso en éste concierto del que hoy hablamos, observamos junto a su aspecto, con el cual lucía unas patillas considerables, también míticas, que sus poses y movimientos tenían que llevar su sello personal. Así nada mas comenzar el repertorio, podemos comprobar que en cada tema finalizado, sus posturas y sus caras son todo un poema.
Hecho a conciencia, y dejando sin habla y en éxtasis a las damas, Elvis, que pasaba un mal momento con su esposa de la que se divorciaría meses después se dejaba abrazar, tocar y besar por todas las damas del lugar. Incluso si lo veía oportuno las besaba en los labios. Y mas aún notable es que a pesar de la gratitud mostrada por la región, donde el no dejaba de ponerse los collares hawaiianos de flores como respeto, el cantante en pleno concierto regalaba pañuelos con los que se limpiaba el sudor. Algo sin lugar a dudas asqueroso, pero que las damas conservarían con un gusto único. Es normal, probablemente si yo hubiese conocido a Elvis, también lo haría.
Sí, me encanta Elvis. Me crié con su música y su titulo del Rey es perfecto. Pero no nos confundamos, no era como muchos decían el "rey del rock". Era mucho mas, era el rey del rock, del gospel, del blues y de las baladas. Su voz, única en el mundo, ligada a una cara bonita culminaron drásticamente poco tiempo después en el 77. Los conciertos posteriores al
Aloha From Hawaii fueron una declive absoluta donde el cantante no podía ni siquiera terminarlos en vista de su estado demacrado. Por eso es un lujo contemplar una y otra vez éste concierto como el último de su gran carrera. Sí, el último en condiciones que deja por todo lo alto al Rey. Y fue su último concierto (para los fans lo fue), donde al final del último tema, tiró su capa inmortal al público.
Y su capa fue una historia larga. En el último tema Can´t Help Falling in Love, se la quitó y la lanzó al publico, a quien se debe. La recogió un comentarista deportivo que la tuvo un tiempo hasta que la vendió por una cuantiosa suma a un fan del cantante. Éste hombre falleció tragicamente y fueron sus padres los que decidieron devolver a Graceland la capa para que estuviese con las pertenencias del cantante, por lo que en el museo del artista se puede apreciar nuevamente esa fantástica maravilla blanca con cientos de perlas, formando un águila en homenaje a los Estados Unidos.
Hoy en día se puede disfrutar de una edición en DVD doble, de lujo y colección donde tenemos las grabaciones anteriores y posteriores al concierto al igual que un concierto realizado con el mismo setlists dos días antes y que funcionó a modo de prueba. También se completó con cinco canciones grabadas, cuatro de ellas de la película
Blue Hawaii y que se incluirían también en la edición CD.
Y sobre la edición CD que se lanzó solo un mes después de su estreno via satélite, le supuso a Elvis una fama mundial absoluta ya que regresó al número 1 despues de varios años para quedarse durante 52 semanas y dejando a un lado al
Dark Side of the Moon de
Pink Floyd (Aunque el mítico disco de la banda de
Waters y
Gilmour tiene el record de permanencia en lista por mas de 800 semanas). Ya hablaremos próximamente del maravilloso directo
Pulse en ésta categoría.
Y en el concierto en vivo podemos apreciar algunos detalles simpáticos e inolvidables. Desde el primer momento en el que Elvis acaba con poses de estatua las canciones, hasta ese olvido en la letra de
Johhny B. Goode hasta esa risa floja que le impide cantar en Fever cuando menea su pelvis y sus piernas haciendo gritar a las damas. E incluso una metedura de pata como cuando dijo que
Something era de
Lennon/McCartney cuando es de
Harrison. Sin embargo, todo se le perdona al Rey y contemplar este concierto que dura una hora justa, es para ver una y otra vez. Todo un deleite, una pieza maestra e infaltable en las estanterías de los que de verdad aprecian una voz como la
Elvis Presley.
Y como final, cabe destacar que la realización del concierto está muy bien realizada. Para la edad que tiene, hoy en día muchos de los que realizan grabaciones de conciertos deberían aprender. Me refiero a que en todo momento hay mas de cuatro cámaras que enfocan a Elvis en diversos planos donde en la propia grabación se mezclan cuatro imágenes para no perdernos detalle de nada. Sin embargo, hoy tristemente da pena ver algunos conciertos donde cuando un artista hace por ejemplo un solo de guitarra, enfocan al público. A esos, les recomendaría que vieran
Aloha from Hawaii de
Elvis.
Por Dante Martín
El tracklist fue el siguiente.
1. Introducción: Also Sprach Zarathustra (Tema de 2001: A Space Odyssey)
2. See See Rider
3. Burning Love
4. Something
5. You Gave Me A Mountain
6. Steamroller Blues
7. My Way
8. Love Me
9. Johnny B. Goode
10. It’s Over
11. Blue Suede Shoes
12. I’m So Lonesome I Could Cry
13. I Can’t Stop Loving You
14. Hound Dog
15. What Now My Love
16. Fever
17. Welcome To My World
18. Suspicious Minds
19. Presentaciones por Elvis
20. I’ll Remember You
21. Medley: Long Tall Sally/ Whole Lotta Shakin’ Goin’ On
22. An American Trilogy
23. A Big Hunk O’ Love
24. Can’t Help Falling In Love.
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.