Vuelve el velocista escarlata tras el descanso navideño, y las vacaciones le han sentado muy bien. El regreso de la serie es la confirmación de un envite hacia las virtudes que han enganchado a un público fiel: ritmo, diversión sin complejos y apuesta decidida por el entretenimiento. No deja de ser loable ser consciente de las propias limitaciones. The Flash no juega en primera división ni lo pretende. Su público objetivo es otro, los que buscan pasar un buen rato frente a la pantalla sin que les tomen el pelo. Y en esto consigue sus objetivos con creces. La conversación sobre "Los Cazafantasmas" del capítulo parece casual pero, como muchas cosas en esta serie, tiene un doble sentido. La ciencia puede ser divertida, y esto es lo que pretende esta serie, ni más ni menos, recuperar ese espíritu desenfadado y no por ello ridículo.
El plan saldrá un poco rana, ya que Barry está
"a otras cosas". Básicamente, su confrontación con el Flash reverso le ha dejado una dolorosa espina clavada. Verse incapaz de hacerle sombra al asesino de su madre es tan frustrante que su único objetivo es mejorar, dejándonos una espectacular escena de entrenamiento. De esta forma, la noticia de que Snart está de vuelta en la ciudad y el convencimiento de que el objetivo es enfrentarse a él le hará tirar por la calle del medio, con el apoyo de Wells.
Barry se centrará en su entrenamiento y mejora de sus capacidades, mientras deja a Snart para la policía. Contando, eso sí, con el apoyo de STAR Labs. De esta forma, Barry sigue centrado en su objetivo de "subir de nivel" mientras STAR, además de ayudar, aprovecha para limpiar su imagen pública dotando a la policía de unos escudos anti-frío. La confrontación, sin embargo, se saldará en derrota policial debido al factor sorpresa que supone la presencia de Ola de calor. Los escudos anti-frío evitan los efectos del arma de Frío, pero son ineficaces contra las llamas. Sin embargo, los
rogues no han cumplido su objetivo así que forzarán la situación secuestrando a Caitlin para hacer salir a Flash de su madriguera de una vez por todas.
Esto llevará a Barry, tras una genial conversación a tres bandas con Wells y Joe West, a afilar su sentido de la responsabilidad. Un gran poder conlleva una gran responsabilidad y tal. Y es que Flash (sobre todo el comiquero Wally West) ha sido espiritualmente
el Spiderman de DC Comics. Cisco tendrá una de las claves: la forma de vencer es que las armas de
Frío y
Calor se anulen mutuamente. En el
argot Cazafantasmas, "cruzar los rayos". La otra clave la pondrá sobre la mesa Wells: a veces para vencer no basta con correr más, sino que es necesario ir más despacio. Un paso más en la evolución de este héroe.
La espectacular batalla final se convertirá en un duelo prácticamente de Western, con ambos bandos enfrentados en un duelo mortal con la policía como testigo de excepción. Finalmente se decantará del lado de Flash, aunque para ello deba recibir la ayuda de Eddie, que por fin reconoce al velocista como un apoyo a la Ley. Esta es otra de las virtudes de esta serie, la falibilidad del héroe. Pese a sus fabulosos poderes, cada (sudada) victoria es mérito coral gracias a la inestimable ayuda de sus colaboradores.
En el plano personal, Iris se muda por fin con Eddie y Barry vuelve con Joe. Genial la relación entre ambos.
Por su parte, Caitlin sigue investigando sobre su renacido prometido y se topará con un proyecto secreto (F.I.R.E.S.T.O.R.M.) en el que están involucrados el ejército y Martin Stein, un desaparecido científico universitario de métodos extremos. Una trama bastante prometedora. El episodio acaba en alto, con Snart y Rory trasladados a prisión (¿alguien dijo Prison Break?) cuando el furgón que los transporta es asaltado por la hermana de Frío. Pese a la derrota, Frío siempre tiene un plan B, y ha conseguido sacar a Flash a la luz pública y hacerle abandonar su esencia de leyenda urbana. Ahora está en el foco de todo el mundo.
Los Rogues siguen creciendo y no han dicho su última palabra...
En resumen, una vuelta de la serie por todo lo alto que deja muchos frentes abiertos y posibilidades de cara a la segunda parte de la temporada. Además, da la impresión de que la relación de Wells con el Flash reverso es demasiado evidente, y la intuición me dice que en el futuro nos aguarda un giro de guión que nos va a dejar con la boca abierta cuan brocal de pozo. Apuesto por ello.
Por Antonio Santos