"NO SÉ SUFICIENTE SOBRE LA CARNE... TENDRÉ QUE APRENDER"
Seth Brundle ha creado un revolucionario experimento con el que logra transportar materia de un punto a otro. Su siguiente reto es el de conseguir hacerlo con un ser vivo. Cuando cree lograrlo, decide en mitad de su euforia probarlo con él mismo.
Jeff Goldblum es Seth Brundle
Geena Davis es Veronica Quaife
John Getz es Stathis Borans
David Cronenberg (Promesas del Este)
No supone un remake de la película del año 1958 de Kurt Neumann en la que Vincent Price aparecía, sino una nueva versión del clásico, completamente diferente, más visceral y cruda, como nos tiene acostumbrados el magnífico David Cronenberg. No obstante, ésta es una de sus cintas más cercanas para la taquilla, probablemente por su toque comercial por parte de Fox. Aun así, la cinta no solo contiene la esencia del cineasta sino que quedará en nuestras retinas por su excepcional mano a la hora de mostrarnos a la criatura, la cual ha sido diseñada por Chris Wallas que no es nada más y nada menos que el artífice de creaciones vistas en El retorno del Jedi, Gremlis, Enemigo Mío y La Mosca. Su aventura lo llevó a dirigir la segunda entrega, un enorme fracaso si la comparamos con la obra de Cronenberg.
Jeff Goldblum llegó a lo más alto tras triunfar con su papel protagonista como Seth Brundle. De hecho, si hablamos del actor, rápidamente nos vienen a la cabeza dos películas, ésta y Parque Jurásico. Fue él quien recomendó a Geena Davis para el papel co-protagonista por ser su pareja por entonces. Y es que La Mosca ofrece una interpretación estelar que ahonda en el pánico y el terror, de forma que el espectador queda sin respiración en todo momento. Ésto se llega a conseguir por varias razones, una es su duración, una hora y media ideal que no se hace larga sino que nos deja con ganas de más, y la otra y más importante es que el guión entra de lleno en materia cuando desde el comienzo de la primera escena, los personajes de Goldblum y Davis se conocen y directamente van al apartamento de él para enseñarnos su creación. Así nos gusta, directa y al grano, sin necesidad de adornar con amoríos que desvaríen la historia -aunque los tiene, pero es necesaria para que los personajes congenien y exploten sus sentimientos- y sin otros detalles que creen una vertiente alterna como en muchas otras historias, que no llevan a nada y son un simple relleno.
Hay que recordar como anécdota que el propio Cronenberg realiza un cameo como ginecólogo en la pesadilla que tiene el personaje de Davis. Y entre curiosidades fílmicas, las escenas de la transformación son dignas de elogio, siendo una película de los años ochenta y usando una gran carga de maquillaje y robótica en su tramo final. Escenas como el transporte del primer mandril, cuando se quita las uñas, el pulso en el bar o el vómito que descompone, serán de una repugnancia tal, que dejarán el sello Cronenberg impregnado en todo momento a pesar de que no sea una de sus obras más "desagradables", aunque también es cierto que esa carga sobrenatural ha sido muy rebajada en su segunda etapa para regalarnos películas más viscerales sin necesidad de monstruos u otros excesos. Acompaña la banda sonora del siempre fiel Howard Shore, la cual, sin sobresalir, logra crear un halo perfecto para la ruina del personaje.
En resumidas, La Mosca es una película que todos debemos de ver al menos una vez en nuestra vida. Una cinta inolvidable que guste más o menos es inevitable reconocer su maestría y lo sumamente fácil que es calificarla como clásico instantáneo. Una fusión a nivel molecular-genético que se nos grabará en las retinas y que logró llevar a lo más alto a Jeff Goldblum. ★★★★★
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.