miércoles, 4 de julio de 2012

Crítica : The Collector (2009) El Cazador cazado

Marcus Dunstan realiza un film que dentro de lo que pueda parecer un inicio a una nueva saga relacionada con el mundo Saw o parecido, da un paso más allá, al menos con éste film, para ofrecer algo más original. Otra cosa es el resultado. Año 2009.

¿De que va?
Un experto en abrir cajas de seguridad se adentra en la casa de una familia que se iba de vacaciones y que conoce, pero al entrar se da cuenta que no está solo. Un psicópata torturador ha atrapado a la familía y para ello ha puesto en la casa unas cuantas trampas...

Actores.
Josh Stewart es el actor principal interpretando el personaje de Arkin, que se adentra en la casa para robar un diamante y así poder salvar lo que queda de su familia pagando la deuda de su mujer.

Impresiones.
Tras ese argumento, lo diferente y atrayente es el ver como un hombre que parece actuar mal acaba siendo una victima y probablemente un héroe al toparse con alguien mucho peor que el.

Es una situación que da bastante morbo, y la verdad es que está bien contada.
El problema surge cuando la cinta se vuelve mas regular al pasar media hora y cae en lo típico de éstas cintas donde lo más mórbido es ver el tipo de muerte de cada personaje, que a cada cual, mas espectáculo.
Una receta que sin duda proviene de cintas como Saw, pero que al fin al cabo se agradece que se apueste por algunos cambios como el que ofrece The Collector.

En resumidas, una cinta que propone algo diferente y que entretiene.

Música.
Jerome Dillon realiza el score, pasable y con algunos momentos buenos pero sin destacar ni resaltar nada en concreto.

Lo Mejor del Film: Su apuesta diferente. Entretenida.

Lo Peor del Film: Decae un poco tras su media hora.

Calificación: 6/10

1 comentario:

  1. Quizás una de las pesadillas más frecuentes sea descubrir que el hogar familiar ha sido objeto de un robo. Las noticias sobre asaltos violentos a casas de particulares por bandas organizadas han incrementado este miedo, provocando el pánico entre la población e incrementando los ingresos de las empresas de seguridad con la instalación de alarmas, circuitos cerrados de video-vigilancia e incluso habitaciones de pánico.
    Si bien, no es una temática reciente en la industria cinematográfica. En 1967, Audrey Hepburn cambiaba por completo de registro y abandonaba las comedias románticas para protagonizar el thriller psicológico Sola en la oscuridad (1967), en la que interpretaba a una mujer ciega que debía defenderse del asalto a su hogar por dos violentos ladrones. Otros títulos destacados son Funny Games (1997), obra maestra de cine; La habitación del pánico; (2002), con Jodie Foster encabezando el reparto junto a un irreconocible (y sorprendentemente creíble en su actuación) Kristen Stewart; Alta tensión (2003), cuyo director, Alexandre Ajá continúa defendiéndose de las acusaciones de plagio respecto a la novela de mismo título e idéntico argumento publicada por Dean Koontz de la década de los ochenta; o Los extraños (2008), remake innecesario de la película de 1969. En todos los casos se emplea un esquema idéntico: el hogar familiar, sinónimo de seguridad, se convierte en un escenario desconocido y peligroso cuando la intimidad es interrumpida violentamente por uno o vario desconocidos con malvadas intenciones y de métodos, casi siempre, violentos. De igual modo, si analizamos con atención los títulos, podemos comprobar como la tensión psicológica es sustituida por el gore. Olvidaos de las divertidas aventuras de Macaulay Culkin en la saga Solo en casa, ahora los asaltantes son sádicos psicópatas, cuyo principal botín es el sufrimiento de los habitantes de la casa, así como la forma de prolongarlo durante el mayor tiempo posible.
    En este aspecto, The collector se excede en muchos aspectos. Por un lado, (Spoiler) resulta poco creíble que en una tarde lograse convertir una mansión de varias plantas e innumerables habitación en una casa de los horrores, con trampas de gran complejidad inconcebibles incluso para alguien con un título de ingeniería. (Fin Spoiler) Por otro lado, el ensañamiento con algunas de las víctimas en contraste con la rápida (y poco original) muerte de otras, provoca un desequilibrio en la narración, sobre todo en el ritmo. En ambos casos se aprecia que los guionistas de la cinta son los mismos responsables de la IV, V y VI parte de la saga SAW, volcando en esta el sadismo excluido en las anteriores. Debo confesar que estuve casi toda la película vislumbrándola a través del hueco de mis dedos y lamentando haberme comido aquel enorme cuenco de palomitas.
    Otro aspecto negativo es la fotografía, demasiado oscura la mayor parte del largometraje o sucia, especialmente en las escenas del sótano, donde existe demasiado granulado en las imágenes.
    En resumen, consigue aumentar la paranoia de las personas influenciables (como yo), que después de verla pasarán la noche de vela, alarmándose por cualquier sonido extraño e imaginándose la presencia de un extraño que lo observa desde las sombras de su habitación. ¿Queréis pasarlo mal y no dormir tranquilos en una temporada? Esta es vuestra película.

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